España cae ante Inglaterra en un final dramático y se queda a las puertas de la historia

España se ha quedado con la miel en los labios. A las puertas de conquistar el sexto Europeo Sub-21 y convertirse en la selección con más entorchados continentales de la categoría. Intentó hasta el final batir a un portero, Trafford, que se plantó en la final sin encajar un sólo gol y completó el torneo con la portería imbatida. La realidad es que lo consiguieron en una ocasión, pero Abel Ruiz estaba en fuera de juego. El mismo protagonista gozó de una pena máxima en el último minuto para forzar la prórroga, sin embargo, su penalti lo detuvo Trafford y el gol de Palmer anotado en el tramo final del primer tiempo coronó a Inglaterra 39 años después.
A la tercera, una de las mejores generaciones del fútbol español, fue vencida. La generación del 2000 se quedó a un a un paso de colocar el broche de oro a su fantástica travesía a lo largo de las categorías inferiores durante los últimos seis años en los que se proclamaron campeonde de Europa Sub-17 en Croacia en el año 2017 y Sub-19 dos años más tarde. En el camino se dejaron el Mundial Sub-17 arrebatado por la misma selección que este sábado les ha privado de la gloria: Inglaterra.
Arnau sostuvo a España
Los nervios atenazaron al combinado español en los primeros compases. Los ingleses tomaron la iniciativa, se sentían cómodos con las posesión y a través de Gordon percutían con peligro por el costado izquierdo. Las paradas de Arnau Tenas, exportero del Barça y actualmente sin equipo, despertaron a ‘La Rojita’ que comenzó a soltarse e hilvanar posesiones largas que acabaron por desesperar a los ingleses cuyo remedio para frenar el juego español fue revolver el partido. Las faltas se sucedían con la idea de cortar el ritmo del partido y provocar a los españoles que cayeron en la trampa.
Una pérdida de un Baena sobreexcitado ante las faltas inglesas, provocó el contragolpe de Inglaterra que acabó con una falta en la frontal, de esas que nunca hay que hacer, y propiciando el gol, a la postre definitivo, al borde del descanso. Palmer disparó y encontró la fortuna como aliada. El balón rebotó en un jugador y su trayectoria cambió por completo.
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Fuente: InfoBae