Los festejos del campeón: de la despedida de Acosta a la alfombra roja

Era el reencuentro con su gente, el primer abrazo en casa, el primer grito conjunto de un pueblo con sus héroes. Está claro que si bien el partido suponía una instancia decisiva para el Grana, que tenía que vencer a Tigre para meterse entre los ocho mejores equipos del Clausura, la realidad es que la noche se motivaba en el reencuentro del equipo con sus fanáticos. Claro, si bien muchos habían viajado a Asunción para la final contra Atlético Mineiro, nada se compara con la comodidad y la fraternidad de casa.

Por eso es que en la Fortaleza se había gestado un recibimiento a lo grande para el equipo de Mauricio Pellegrino. Si bien es cierto que los festejos se prepararon para luego de finalizado el cruce con Tigre, lo cierto es que el ingreso fue más que emotivo.

En principio, los jugadores de Lanús fueron recibidos por el pasillo formado por Tigre. Lejos estuvo de lo ocurrido en Rosario el pasado domingo, sino que es este caso el pasillo fue hecho con los honores correspondientes para un plantel que se ganó de principio a fin el reconocimiento por la épica conseguida en la Copa Sudamericana. Claro está, nadie podrá quitarle legitimidad a lo conseguido por los de Pellegrino. Así, los once jugadores pasaron entre medio de los de Tigre, que aplaudían enérgicamente a cada uno de los integrantes del Grana. A su vez, cada uno de los players era acompañado por sus hijos, que portaban estrellas en referencia a la consagración.

El show también estaba en la tribunas, en donde se iluminaban las linternas de los luces en la oscuridad del juego de luces que se prendían y apagaban en la noche del sur bonaerense.

La derrota estuvo lejos de arruinar la noche. Además, la velada del miércoles por la noche fue la última de Lautaro Acosta, un símbolo que jugó su último partido con la camiseta de Lanús. Entre lágrimas y ovaciones, el Laucha se despidió de su gente en lo que fue su Last Dance en La Fortaleza. Más allá de la caída, l os hinchas rápidamente volvieron a teñir de alegría la noche en la Fortaleza, en donde la gente se quedó hasta el cierre alentando a sus jugadores al ritmo de Los del Fuego, la misma banda que tocó en Asunción. Tampoco pasó desapercibido el canto de moda contra Chiqui Tapia. Luego, una alfombra roja se extendió para darle paso a los campeones, que pasaron iluminados de gloria entre los trofeos de la historia granate.

En fin, Lanús tuvo su noche de festejo, esa misma que se ganó a fuerza de épicas en la Sudamericana.