Mientras el plantel de River, o lo que quedó de él, descansa por unas vacaciones anticipadas que fueron el castigo final por una temporada decepcionante a todo nivel, Marcelo Gallardo no se toma días: mientras evalúa los errores del 2025 y planifica cambios que pueden tener un alcance estructural en el fútbol hacia 2026 en conjunto con el presidente Stefano Di Carlo, el Muñeco ya ataca a fondo el mercado de pases.
Y es que la idea del entrenador es que el 20 de diciembre, cuando el grupo vuelva al trabajo en el River Camp, ya haya caras nuevas en el mejor de los casos y otras al caer en el peor de ellos, como para iniciar la parte fuerte de la pretemporada en San Martín de los Andes, en los primeros días de enero, con un nuevo staff de cara a un año en el que aún no sabe si deberá caer en Copa Sudamericana o si, con la incomodidad de Boca campeón, iniciará la Copa Libertadores desde Fase 2.
Lo que sí tiene claro MG después de unos días de reflexión que incluyeron la decisión de no renovarles a Enzo Pérez, Nacho Fernández, Pity Martínez, Milton Casco y Miguel Borja (además del ya previamente relegado Federico Gattoni) y de recomendarles cara a cara a otros futbolistas como Paulo Díaz, Fabricio Bustos o Sebastián Boselli que busquen salida, es cómo encarar un período de transferencias en el que, según dejó filtrar la dirigencia, ya no tendrá una billetera infinita sino que deberá administrar poco más de u$s 20.000.000 destinados para fichajes, un número que podrá ser más o menos flexible solo por las vicisitudes del mercado, por refuerzos que valgan la pena una excepción o, claro, por si hay ventas imprevistas en el medio.
Pero el plan original es de cierta austeridad en comparación con los últimos tres recesos: por eso, y a tono con la premisa anunciada en la última reunión de CD de establecer topes salariales con fijos del 60% y un 40% atado a la productividad según variables de competencia, Gallardo sabe que la búsqueda inicial en general será la de incorporar jugadores a préstamo con opción u obligación de compra por objetivos o bien mediante la compra de porcentajes de fichas.
Puesto por puesto
En ese escenario, ya hay puestos y nombres anotados en la carpeta del Muñeco. Por algunos ya hubo averiguaciones y por otros, avances. Por empezar, River busca un marcador central que cubra las futuras bajas de Paulo Díaz y de Boselli (sin contar la ausencia por lesión de Pezzella, que se perderá parte del primer semestre), laterales que puedan cuidarles las espaldas y competirles a Montiel y Acuña, un volante central titular tras la partida de Enzo Pérez y los muy flojos rendimientos de Portillo y Castaño en ese rol, un gambeteador (especie en extinción en este plantel ya sin Mastantuono) y un centrodelantero.
Mariano Barnao, mano derecha de Gallardo y uno de los integrantes de la mesa chica del fútbol con el técnico y Di Carlo, es quien está llevando adelante varias charlas en paralelo. La más formal de todas ellas es por el marcador de punta uruguayo Kevin Amaro: por el chico del Liverpool (tiene el 100%) charrúa que tiene 21 años (suma 35 PJ y 2.925’ en el año) ya hubo contactos antes de que River finalizara la competencia y este miércoles está previsto un cónclave en Montevideo con la directiva que preside José Luis Palma, un nombre que en Núñez conocen muy bien, primero porque fue socio del club en el pase de Nicolás de la Cruz y después por la operación frustrada de Luciano Rodríguez, aún con Demichelis como técnico.
Aunque se muestra abierto a conversar, Palma es duro y hábil para negociar y hoy, con la venta millonaria de LR al grupo City, está en una buena posición, al punto de que planifica construir un nuevo estadio producto de esa transferencia.
Otro apuntado por el que River ya se empezó a mover es Fausto Vera: el ex Argentinos Juniors, una búsqueda recurrente de mercado, es el volante central que quiere el Muñeco para un lugar de la cancha en el que no puede fallar: poco menos de 40 millones de dólares después y de que allí apostaran por Kranevitter, Fonseca, Villagra, Peña Biafore (que llegó y se fue casi inmediatamente tras el regreso de Gallardo), la vuelta de Enzo Pérez, Castaño y Portillo, ya no queda margen de error y el cinco que el CARP incorpore deberá jugar de entrada y hacerlo bien.
Y Vera es el primer elegido: después de un año irregular en Atlético Mineiro, el jugador ya dio el visto bueno para que se inicien las negociaciones y Jorge Sampaoli, que lo usó bastante en el eje pero que lo terminó relegando al banco (suma 32 PJ en el año, pero no entró en los dos últimos juegos del Brasileirao ni en la final de la Sudamericana con Lanús), también: el ex técnico de la Selección le abre las puertas a FV, por quien el CARP intentará llevar a cabo una operación similar a la de Giuliano Galoppo, con una obligación de compra por partidos jugados que, dicen desde Brasil, rondará entre los u$s 4 y 5M.
Vera, con 25 años, encabeza la lista de volantes tapones que anotó el Muñeco, que tiene otros dos nombres que gustan pero que representarían tratativas más desgastantes y complejas: Aníbal Moreno (26 años, 54 PJ), que aunque no terminó jugando ni sumó minutos en la final de Libertadores tiene una cotización (y un contrato) muy elevada en Palmeiras, y Franco Ibarra (24 años, 33 PJ), una de las figuras del Rosario Central que terminó puntero en la tabla anual y que le causó muy buena impresión al CT en el último duelo en Arroyito, en el que además hizo un golazo.
En cuanto al centrodelantero, los nombres por los que River ya preguntó son conocidos. La prioridad, desde hace algunas semanas, es Luciano Gondou: el rubio de 24 años (22 PJ, cuatro goles) solo sumó 27’ en los últimos cinco partidos del Zenit por la liga rusa y el CARP ya hizo averiguaciones para sacarlo a préstamo, algo que en principio no se ve tan viable por la inversión de u$s 12M que hicieron por él, pero River promete insistir por el 9 que ya tuvo un breve paso cedido en la Reserva antes de explotar en Sarmiento y en AAAJ.
El otro sueño recurrente para el puesto, más complejo por el momento, es el regreso de Lucas Beltrán: el cordobés, cuyo pase aún pertenece a la Fiorentina, transita la mitad de su préstamo en el Valencia, que por ahora no marcha bien, con 11 partidos y cero goles y asistencias. River debería pujar por interrumpir el contrato, algo que por ahora no suena sencillo. ¿Otro punta que se escribió, aún en lápiz, en estos días? Tadeo Allende, que en principio sería comprado por Inter Miami (está a préstamo desde el Celta de Vigo).
Del medio hacia arriba hay otra búsqueda que es la de un mediapunta con gambeta y uno contra uno. Y en esa línea, los primeros nombres que aparecieron son dos: el primero, por su propio peso, fue Claudio Echeverri, que tiene el deseo manifiesto de regresar a Núñez luego de seis meses en los que jugó mucho menos de lo que esperaba (apenas 256’) en el Bayer Leverkusen.
Aunque interrumpir abruptamente la cesión del Diablito en Alemania es posible, el City tiene como prioridad ubicarlo en Europa y, en última instancia, en una de sus franquicias: para River, casi imposible. Así las cosas, el otro apellido que empezó a tomar fuerza es el de Prestianni: Gianluca, que viene de hacer un gol contra Nacional de Madeira el pasado fin de semana, no ve con malos ojos relanzar su carrera en el CARP y hasta lo deslizó con gestos en sus redes sociales. River de momento hizo averiguaciones satelitales al pibe de 19 años que surgió de Vélez, pero en estos días evalúa la factibilidad de elevar una propuesta de préstamo.
Claudio Echeverri –
El Diablito Echeverri armó el 2 a 2 de Bayer Leverkusen
Video: ESPN.
En la zaga, por ahora no hay negociaciones, aunque sí se conoció que el club hizo un sondeo en las últimas horas por el colombiano Julián Millán (27 años, 46 PJ), figura y titular indiscutido en el último título de un Nacional de Montevideo que necesita hacer caja por venta de futbolistas: si River avanzara, la complejidad por el central es que su ficha está compartida 50 y 50, con el Inter Palmira de Colombia, por lo que eventualmente se transformaría en una negociación tripartita.
En cuanto al lateral izquierdo, solo hay nombres en carpeta. Uno de ellos, recurrente: Román Vega. El zurdo de 21 años, a quien Gallardo quiso el mercado de pases pasado, casi no jugó este semestre en el Zenit ruso: no ingresó en 10 de los últimos 12 encuentros del campeonato. Otros apellidos que gustan para relevar a Casco en la pelea con Acuña son Julio Soler, que a los 20 años y recién llegado a la Premier League apenas sumó dos partidos con el Bournemouth y no juega desde el 13 de septiembre, y Mateo Del Blanco, el tres de Unión, por quien Talleres promete avanzar fuerte en estos días.
Sí, será un mercado largo, pero River quiere empezar a resolverlo de arranque. Después de un año tan malo, no hay tiempo que perder…

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Fuente: Olé.com.ar
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